Tokio
Para
un viajero occidental, hoy en día, no supone gran esfuerzo subirse a un avión, un
tren o un barco y llegar a Tokio. Una vez allí, sin embargo, le resultará más complicado
fijar o determinar qué es aquello, de lo circundante, que permite identificarlo
en su conjunto como Tokio, diferenciándolo de cualquier otra ciudad…
En incontables ocasiones resulta
imposible encontrar las palabras exactas para describir aquello que uno siente
o las ideas que se tienen, sin embargo a los nombres propios, personas o ciudades
(por ejemplo, Tokio) les ocurre al revés: su signo, su significante queda
fijado por un contrato permanente e indestructible, mientras que su contenido
se derrite en una nebulosa de extraviada significación. Resulta sencillo
referirse al recipiente que indica su nombre, pero se hace difícil determinar
qué se quiere decir con autóctono tokiota o japonés.
Lo
autóctono (que no sea de otra parte) cada vez resulta más difícil de detectar
en un mundo súper-conectado que tal vez tienda a una, aclamada por algunos,
pérdida de identidad.
Más allá de los clichés tradicionales, a veces reducidos a caricaturas fosilizadas que pueden encontrarse destacados en las guías de viaje, ¿hay algo de la Tokio que se desarrolla y vive en tiempo presente identificable todavía como tokiota? ¿Es posible cambiar de vestido (pues los sistemas de manufacturación van cambiando) manteniendo una cierta identidad?