El
barrio de gràcia de Barcelona es característico por sus plazas.
Estas plazas junto con unos habitantes que a veces se niegan a
abandonar la idea que son de un pueblo, hacen del barrio un lugar de
encuentro, donde la gente se saluda por la calle, donde sabes el
nombre de quien te vende el pan e incluso del señor que los días de
mercado toca el organillo en la plaza llibertat mientras el afilador,
con su moto echa de piezas aprovechadas, habla con el chico que vende
cupones de la once. El barrio tiene una escala humana, recientemente
peatonalizado en su mayoría, lo convierte en lugar ideal para
disfrutar la calle.
El
barrio de San Telmo, en Buenos Aires, tiene algo parecido. No es que
tenga muchas plazas (a parte de la plaza Dorrego, pocas más son
conocidas), pero sus calles ancladas en un pasado no muy lejano, con
sus adoquines, las casas “conventillos” que construyeron los
italianos cuando llegaron a Argentina, los colores de las fachadas y
la música del tango que sale siempre por alguna ventana o se baila
en alguna esquina, lo hacen un barrio amable y cercano.
Al
igual que Gràcia, ha visto en la juventud y la noche un negocio: los
bares. Por la noche, las veredas, la plaza dorrego, o cualquier
espacio aprovechable se convierte en terraza de bar.
La
principal diferencia en estos barrios es el volumen de gente, ya que
San Telmo tiene un numero de visitantes más comparable a “las
ramblas” que a gràcia, pero aun así, los días que no hay feria,
el barrio mantiene esta vida de la que muchos tangos hablan.
Ahora
parece que las modas cambian, y tanto Gràcia como San Telmo están
cambiando su comercio, orientándolo al consumo de productos
originales y caros: vinotecas, antigüedades, productos orgánicos...
y cada vez más se pierde la dinámica original del barrio, obligando
a los pequeños comercios locales y “de toda la vida” a
transformarse o a cerrar. Seria una pena que “las conchitas”,
local donde se puede comprar cualquier tipo de producto para el pelo
y donde incluso te hacen pruebas con un pelo tuyo en una máquina de
dudosa fiabilidad, tuviera que cerrar porque el mercadona vende un
champú más barato...
plz. dorrego (buenos aires)
pl. del sol (barcelona)