No
se si la comparación es posible entre estos dos grandes espacios de
Barcelona y Buenos Aires respectivamente. Aunque los procesos de
“formación” de los 2 ámbitos son opuestos, su función dentro
del uso de la ciudad tiene muchas similitudes.
En
el caso catalán, collserola, vemos un ejemplo de terreno natural al
que la ciudad poco a poco ha ido ganando terreno. Collserola, ahora
se plantea (y más desde la propuesta del proyecto de las puertas)
como un parque de Barcelona. Si bien es cierto que se busca mantener
en la mayoría de su extensión su carácter natural, y los proyectos
de intervención -como el que vimos- plantean una “urbanización”
o “adaptación” lo menos dañina posible, en collserola vemos un
caso de ciudad que ha ganado espacio a costa del terreno natural
colindante.
En
el caso de la Reserva Ecológica Costanera Sur, la historia es muy
distinta. A comienzos de la década del 70, se realizó un proyecto
para ganar tierra al río. Por lo tanto, hablamos de una ciudad que a
diferencia de Barcelona, creo de cero un nuevo espacio. El relleno
comenzó en 1978 y se construyeron terraplenes con escombros de las
demoliciones realizadas para abrir los trazados de las autopistas
urbanas. El agua que quedo encerrada fue rellenándose con sedimento
extraído en el dragado del Río de la Plata.
El
proyecto inicial Incluía la creación de áreas verdes y la
construcción de un “Centro Administrativo de la Ciudad”
finalmente desestimado, aunque los trabajos de relleno y descargas de
escombros continuaron en forma discontinua hasta 1984, cuando se
suspendieron definitivamente.
Comenzaron
a desarrollarse diferentes comunidades vegetales a partir de semillas
presente en el sedimento, transportadas por el viento o por animales.
Al proporcionar refugio y alimento, las plantas favorecieron el
establecimiento de los animales.
El
5 de junio de 1986, el Consejo Deliberante de la Ciudad de Buenos
Aires, sancionó por unanimidad protección al área y actualmente
sirve como parque de la ciudad que aunque intenta educar y servir de
refugio de la fauna y flora autóctona, los porteños, por su
proximidad al centro y por ser uno de los entornos más tranquilos y
“aislados” del transito de la ciudad, utilizan para ir a hacer
footing. Quizás este es el futuro de Collserola...
Desde la reserva se ven los edificios de Puerto Madero...