martes, 26 de junio de 2012

Motbau / lappis


Cuando uno habla de vivienda barata de protección oficial, lo más cercano a guetto construido que ha existido en Barcelona hasta hace poco, ubicado más lejos que cerca de una ciudad que le da la espalda, me viene a la cabeza las residencias de estudiantes que se encuentran en el norte de Stockholm. Una construcción planificada con unas calles urbanizadas a mínimos, en lo alto de una colina que, para llegar al lugar hay que atravesar un campo de vacas o nieve y subir una cuesta infernal o las escaleras de la muerte. Un supermercado una lavandería y un bar es todo lo que ofrece el conjunto de edificios en L que se repinten un mínimo de 20 veces. En éstos, doce habitaciones por planta con una cocina a compartir y un pequeño comedor, que con suerte, tenia algún poster feo de Madonna y un televisor. Caliente, limpio, con una red de autobuses que no se retrasa ni un minuto, con el agua caliente preparada para salir segundos antes de encender el grifo, precio razonable, seguridad extrema, educación, respetuosa convivencia y reciclaje. Como dato curioso, los martes a las 22 h estaba permitido, durante diez minutos, gritar hasta quedarse afónico por las ventanas.