martes, 26 de junio de 2012

la platja / stranden


La playa de Barcelona se conceptualiza como un espacio-parque público, es decir, que todo ciudadano puede pisar, pero con la peculiaridad que tiene una franja donde el pavimento se compone de arena y finalmente, el límite, en vez de ser una vía rápida o pilonas, se trata de agua salada. Por muchos motivos distintos, clima, extensión, proporción, número de usuarios, etc. Las playas de Stockholm son playas y punto. Agua, arena, árboles, algún barquito, y ya. Ni duchas, ni papeleras, ni chiringuitos, ni redes de vóley, ni mojitos, ni metro, ni helados. No pretendo establecer un juicio de valor sobre este tema, sólo me limito a subrallar la curiosidad de cómo, bajo el mismo nombre, existen dos cosas que no tienen más en común que el agua y la arena, y muchas veces, ni eso.