miércoles, 27 de junio de 2012

Borneo y 22@, planes de crecimiento urbano






 Amsterdam ha experimentado recientemente un interesante crecimiento a modo de barrios residenciales proyectados “sobre el agua”, alargando los límites de la zona portuária de la ciudad.  En el caso de Borneo se ha hecho una lectura de la vivienda tradicional holandesa, reinterpretándola según el contexto y la actualidad. 

El objetivo era crear un barrio residencial de alta densidad y baja altura, con unas 100 viviendas por hectaria. Unos veinte arquitectos tomaron parte en el proyecto, que se determina a base de una normativa compleja que globaliza la heterogeneidad de proyectos. Un ejemplo puede ser que en cada caso, se debe dejar un 50% libre para patios y jardines. 

diagrama del vacio 


En el proyecto se contemplan dos tipos de escalas edificatorias: la de la casa-canal de baja altura y la del superbloque. Tres unidades de apartamentos  llamados “ superbloques” se alzan en medio de la extensión de unidades de grano pequeño, y se convierten en puntos de referencia visual estableciendo relaciones desde la lejanía. El resto son todo interpretaciones libres sobre lo que debería ser una unidad residencial basándose en la casa entre canales tradicional de Amsterdam.

Al ser un proyecto unitario en el ámbito urbanístico, tiene un orden y una lógica clara a gran escala, pero al ser fruto del diseño parcial de varios arquitectos, adquiere complejidad  y riqueza. La harmonía entre todas las partes no se daría si el plan urbanístico no hubiese sido muy estricto y riguroso en sus normativas, de manera que haya libertad creativa sin negar el carácter unitario. 


























































En Barcelona, con el plan del 22@, el crecimiento de la ciudad es totalmente distinto.  De entrada, el plan 22@ se ocupa de una área de escala mucho más grande que en el caso de Borneo, y no se parte de una tabla rasa, sino que hay preexistencias con las que convivir. Además, no solo se responde al ámbito residencial, sino que se busca ampliar también el sector productivo y de servicio, apostando por la mezcla y heterogeneidad entre sectores. Las escalas edificatorias también se mezclan, de manera que no hay homogeneidad en los granos de agregación.





Al igual que en el caso de Borneo, el proyecto es fruto de un plan urbanístico global, y a la vez parcial de la mano de varios arquitectos que respetan una normativa acordada. Aunque en el caso de Amsterdam se percibe mucho más esa globalidad urbanística quizá por una restricción más clara en sus normas respecto la ocupación de la parcela, la limitación de alturas, y los materiales que se utilizan.