miércoles, 4 de abril de 2012

Castelo, Alfama, Mouraria


En lugar de retractarse de la historia, el casco antiguo de Lisboa debe ser descrito por su entorno, sus calles, su pueblo, y su voz.


(Entrevista en vídeo publicado por la serie de televisión  Rick Steves que retrata el ambiente en Alfama)


Como en el Raval, estos tres barrios se han convertido en un lugar de encuentro de personas de diferentes culturas y, al mismo tiempo, un sitio que mantiene vivas sus antiguas tradiciones populares. El fado nació aquí, con la tristeza y la melancolíaque que rodea a las primeras marcas de la civilización de Lisboa, y la belleza de las aguas del río Tajo como fondo.

Como ya se explicó, Lisboa fue fundada por los romanos, que se asentaron en las laderas del barrio del Castillo, como una forma de protección. De los principales edificios públicos romanos, como el teatro, todavía se pueden ver las ruinas, abajo de las nuevas capas de la historia. Con la conquista cristiana en el siglo XII, marcado por la construcción de la Catedral, los moros fueron expulsados ​​de la vertiente norte (Mouraria), los judios permanecieron en el Castillo y los nuevos habitantes llegaron al río, por las laderas del sur de Alfama. A pesar del grande terremoto de 1755, todavía es posible encontrar  diferencias arquitectónicas en algunos vestigios.

Pero lo que hace de esta zona de Lisboa vivir son las calles estrechas y sinuosas, las escaleras gastadas, la familiaridad de los barrios,  los niños jugando, los patios en los intersticios y intersecciones de las calles, los nuevos residentes conectados a las artes, las terrazas y puntos de vista sobre el Tajo, las tabernas de fado, los santos populares ...

Me pasa a vagar por el barrio gótico, y siempre voy descubriendo nuevos lugares y nuevas actividades. Del mismo modo, caminar en Castelo, Alfama y Mouraria es siempre una descubierta.