lunes, 9 de abril de 2012

Casco histórico de Santiago de Compostela


La historia de Santiago de Compostela igual que la de Barcelona se remonta a la prehistoria, mucho antes de que los asentamientos romanos formaran los primeros poblados estables y sobre os cuales se edificarían las ciudades actuales.
En el caso de Compostela fue en el S. V a.C  cuando los primeros asentamientos Celtas ocuparon la cima del monte Poldros pero igual que los primeros pobladores de Barcelona, los iberos, fueron remplazados y se formaron campamentos romanos, en un principio provisionales que mas adelante pasarían a ser estables y de  los cuales aun nos quedan trazas en las tramas de los casos históricos.
En el territorio que actualmente ocupa la Catedral de Santiago existía un poblado romano, que se tiende a identificar como la mansión romana de Aseconia y existió entre la segunda mitad del siglo I y el siglo V. El poblado desapareció pero permaneció una necrópolis reutilizada como cantera que estuvo en uso quizás hasta la época del Reino Suevo de Galicia, llegando hasta el siglo VII.
 
A diferencia de Barcelona Santiago no tubo una población estable después del campamento romano.El hecho que marcó la historia hasta la actualidad ocurrió en el año 820 con el presumible descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago.
Poco a poco se fue desarrollando la ciudad. Primero se estableció una comunidad eclesiástica permanente al cuidado de los restos, formada por el obispo de Iria y los monjes de Antealtares, en la que espontáneamente se asentó un población heterogénea, aunque fundamentalmente estaba formada por emigrantes procedentes de las aldeas próximas y fue aumentando a medida que progresaba la peregrinación por razones religiosas por todo el Occidente peninsular, reforzada por el privilegio concedido por Ordoño II en 915 por el que se establecía que cualquiera que permaneciera cuarenta días sin ser reclamado como siervo pasaba a ser considerado como hombre libre con derecho a residir en Compostela. El primer habitante conocido de Compostela es, de hecho, un extranjero: Bretenaldo Franco, cuya mención más antigua corresponde al año 955.
El año 1075 el obispo Diego Peláez dio comienzo a la construcción de la catedral románica. El aumento del peregrinaje hace de Compostela un lugar de referencia religiosa en Europa, lo que aumenta su importancia, y la ciudad se ve recompensada también políticamente al alcanzar, en la época del arzobispo Diego Gelmírez, la categoría de metropolitana para la iglesia compostelana (1120). La autoridad de la Iglesia de Santiago se extendía sobre la mayor parte de las diócesis del naciente reino de Portugal y sobre la mayoría de las de León. Santiago era, además, centro de un gran señorío feudal gobernado por los obispos de Compostela, que iba desde el río Iso hasta el Atlántico. Desde Santiago se organizó la resistencia armada frente a las invasiones normandas, los cuales conocían al Reino de Galicia como Jakobsland (País de Santiago).
En la actualidad el casco histórico de Santiago al igual que el de Barcelona congrega gran parte de la actividad nocturna y turística de la ciudad. El clima húmedo y los días grises de Galicia dotan al centro de un aire misterioso y son muchos los santiagueses que todos los días recorren las empedradas y tortuosas calles que lo forman, evandiéndose de la realidad y dejándose llevar por la atmosfera que desprende. Tomándose un café en alguno de los muchos bares, que manteniendo el encanto de las antiguas construcciones, le permiten a uno ver el deambular tranquilo de la gente mientras que una incesante lluvia barre las piedras y fachadas de granito de la ciudad.