El origen de la ciudad de
Praga data ya en el Paleolítico, asentándose en una posición desplazada a la
que conocemos actualmente, más al Sur de la actual Praga.
Fue durante la Edad Media (al igual que Barcelona, la cual
alcanzó su importancia dentro de la Corona de Aragón, aunque su nacimiento sea
debido a la época Romana), cuando a una de las orillas del Río Moldava se
asienta un castillo (Vyšehrad – no es el actual castillo de Praga-) donde gobernarán
los emperadores del Sacro Imperio Romano.A partir de este momento, Praga empezará a florecer gracias a la construcción de barrios como el "Malá Strana" (lado pequeño), a la creación de la Nueva ciudad, a la unión entre ambas orillas del río mediante puentes…
El emplazamiento de la
ciudad queda enmarcado en este momento: la ciudad crecerá entre los brazos del
Río Moldava, que dividirá la ciudad de sur a norte. En este aspecto puede
recordarnos a Barcelona, la cual queda delimitada, a este y oeste, por los ríos
Besos y Llobregat. La plataforma formada por ambos ríos, es la ubicación de la
ciudad Condal, al igual que el río Moldava ha ido esculpiendo el relieve donde
se sitúa la capital Checa.