sábado, 17 de marzo de 2012


EL CASTILLO
El castillo de Castelldefels se encuentra situado en lo alto de una colina a 59m, sobre lo que antiguamente fue un poblado ibérico y más tarde una villa romana.
Está formado por una iglesia del siglo X, que fue reconstruida en el siglo XII y fortificada en el XIV y XV, un cuerpo que data del 1550 de una piedra rojiza, y un segundo cuerpo del siglo XVIII con piedras y ladrillos en tonos beige.
En el siglo X Castelldefels formaba parte de la frontera con el Califato musulmán de Córdoba. Fue el conde Sunyer quien pidió al monasterio de Sant Cugat que organizará lo que en el futuro sería Castelldefels. Así fue como comenzó la construcción de la iglesia Santa María, de la cual se tienen las primeras noticias en el año 967.
La inestabilidad política durante los siglos XIV y XV en Cataluña fue lo que empujó a aumentar y consolidar las estructuras militares, así que se fortificó la iglesia y una casa que había al lado y que al poco tiempo fue sustituida por el castillo. Para hacer frente a la piratería que se desarrolló en el Mediterráneo, Felipe II mandó construir torres y castillos por toda la costa desde Francia hasta Huelva, ese fue el motivo de la construcción de la primera parte del castillo. También de esta época datan las torres de vigía que hoy en día aun se conservan, doce, y que se encuentran en los puntos altos de la ciudad. Hay datados algunos ataques piratas en la costa del delta de poniente cuando todavía no existía el castillo, cosa que hacía que las gente tuviera que resguardarse en los bosques. Al construirse el castillo y la torre Barona la ciudad se convirtió en un punto fuerte de la costa barcelonesa. En los siglos siguientes muchos barcos atracaban en el litoral de Castelldefels, de comercio, de guerra e incluso de la aristocracia.


La segunda parte se desarrolló después de la guerra de Sucesión en 1714. En 1717 se empezó la ampliación de la iglesia con la capilla de la Salud, con la que apareció la cofradía de la Virgen de la Salud, una de cuyas finalidades era el rescate de los cautivos por los piratas. Para hacer frente a sus ataques que todavía continuaban se amplió la fortaleza y el castillo en 1734.



A partir del siglo XIX y con la desaparición de la piratería, la fortaleza fue perdiendo sentido y cayó en decadencia. En 1897 el banquero Enrique Sunyer lo compró y mandó su restauración, manteniendo la esencia de la edificación. Se construyó la actual muralla y unas torres con criterios historicistas, se recreció la torre más alta y se añadieron puertas y ventanas con un estilo gótico tardío.

el castillo antes de su reconstrucción en 1895

vistas desde el castillo

Finalmente en 1988 el Ayuntamiento lo compró y rehabilitó, incluso de tal manera que se pudieran ver los restos ibéricos y romanos. En 2001 el castillo y sus alrededores sufrieron las últimas reformas hasta tener el estado que tiene actualmente.
Desde el castillo se domina toda la parte costera desde el Garraf hasta Barcelona. Una serie de caminos rodeados de vegetación conducen paseando desde abajo hasta los jardines del castillo. Al llegar a la cima se tienen unas vistas magníficas del macizo del Garraf, la sierra de Collserola, la llanura de Barcelona, la montaña de Montjuïc, el delta del Llobregat y la línea de costa.