Collserola me recordó a la
montaña existente en mi pueblo, Binéfar. Nosotros en la localidad contamos con
la sierra de San Quilez. La existencia de una ermita es el origen del uso de la
montaña.
Sin embargo, no es su única
utilización.
Al igual que ocurre en Barcelona
, San Quilez es uno de los pulmones de la población, su accesibilidad no es tan
directa ni se encuentra tan cercana al núcleo urbano o al menos no hay un
transporte público que permita acceder a ella, pero es un punto muy querido por
los habitantes.
Poco a poco se ha ido
transformando gracias a la aportación ciudadana y una concienciación que
comienza en las escuelas con el conocimiento de árboles y plantación de ellos,
algo parecido a Collserola, que según nos explicaron hoy en día es más verde
que hace cincuenta años. De este modo, todos sabemos aproximadamente cuales son
los pinos o encinas que hemos plantado y
podemos ser consciente de su crecimiento.
Es un lugar de descanso, de pasar
la tarde o comer un domingo.
El deporte también está presente
, cuenta con una única infraestructura
destinada a ello, un pequeño campo de tiro y con un aeródromo donde se realiza
parapente.
Pero para lo que más empleamos su
sierra los binefarenses en lo que al deporte se refiere es con el
ciclismo, cuenta con una ruta preparada para ello y señalizada en toda
la montaña, algo mucho más modesto que lo que ocurre en Collserola.
También tiene diferentes eventos
deportivos que se preparan en fechas determinadas, carreras pedrestres, tanto
para adultos como para niños.
No existen concentraciones
urbanas en su interior ni equipamientos para la población , pero en
la falda de la sierra sí encontramos pequeñas construcciones de los diferentes
habitantes, segundas residencias que les permiten estar en contacto con la
naturaleza, su uso suele ser de fin de semana, haciendo que este lugar esté
lleno de vida y de actividad.