sábado, 25 de febrero de 2012







132 millas
 dirección SE – PALMA DE MALLORCA.

Situada en la costa oeste de Mallorca, la ciudad se extiende como una franja de 15km paralela al mar. Como capital de la isla, siempre se ha sido un lugar de paso y de frontera, un destino. Por ello, en Palma encontramos una mezcla de tradiciones reflejadas en la ciudad como consecuencia de las sucesivas conquistas que a soportado a lo largo de su historia. Fundada por los romanos en el año 123 aC, son muchos los “dueños” que ha tenido; romanos, vándalos, árabes y finalmente españoles.
Es corriente oír la expresión: “Palma es muchas Palmas”, haciendo referencia a todo este trasiego de culturas que tras su paso fueron construyendo la ciudad.

“La insularidad configura una maqueta del mundo”, Jose Carlos Llop.

Actualmente esta “Palma de Palmas” ha quedado encerrada dentro del propio límite de sus antiguas murallas actuando como centro de un conjunto radial de vías que organizan la “nueva” ciudad. La muralla ha dado lugar al cordón viario que estructura el encuentro entre las nuevas construcciones y el centro histórico.
En el extremo NO de la antigua muralla y desviado para recorrer su perímetro, encontramos el torrent de la Riera, único representante de la red hidrográfica de la isla en la ciudad y que configura en su último tramo el Paseo Mallorca, paseo más característico de Palma.

Dentro de esta manta de edificios luchando por llegar al mar, resaltan las dos construcciones más representativas de la ciudad; La Seu y el Castillo de Bellver. Estas, enmarcan la perspectiva del observador cuando se acerca desde el mar y representan los dos puntos visuales más importantes del frente marítimo. Un frente marítimo que ha sido el principal damnificado de la explosión turística que protagonizó la ciudad a comienzos del siglo XX, convirtiendo posiblemente el Passeig marítim en la vía más degradada de Palma en proporción a su potencial, ya que se ha transformado en parking náutico la frontera marítima de la ciudad.

En definitiva,
“Palma es una ciudad frente al mar, que es el espejo donde se refleja­n todas sus imposibilidades. Sin embargo, su alma está poseída por la memoria del campo.”