La parte vieja (“alde zaharra”) de Donostia, no sufrió
grandes cambios en la estructura urbana desde la Edad Media hasta el siglo XVI.
Se trata de un núcleo urbano murado con un plano regular de una extensión de 6,4 hectáreas .
En el siglo XVI comienzan las obras de construcción y
ampliación de las nuevas murallas. Estas seguirán realizándose en el siglo XVII
y en menor medida en el XVIII. Esta etapa finaliza con la destrucción casi
total de la ciudad en 1813.
![]() |
Donostia, hacia 1552 |
![]() |
Donostia, 1813 |
El 31 de agosto de 1813, un destacamento militar
anglo-portugués prendió fuego a la ciudad, con el fin de expulsar al ejército
de Francia. El incendio
quemó todas las casas de esta zona, y solo se
salvó una calle (hoy calle 31 de Agosto) que alberga las casas más antiguas de
Donostia. Debido a este acontecimiento, todos los años el 31 de Agosto se
celebra un acto rememorativo en la misma calle, apagando todas las luces y
encendiendo velas.
Destruida la ciudad, se reedifica en
36 años, surgiendo así la actual Parte Vieja. Gran importancia tiene el desarrollo
de las vías de comunicación, las instalaciones industriales y la designación en
1854 de Donostia, como capital de Gipuzkoa. El 22 de abril de 1863 se autoriza
el derribo de las murallas, lo que permitió la construcción del ensanche.
![]() |
Donostia, plaza de la constitución |
![]() |
Donostia, plaza de la constitución en dia de SanSebastian |
Hasta 1946, el ayuntamiento donostiarra estaba situado en el
centro de la parte vieja (en la plaza de la constitución), cuando fue
trasladada al actual edificio, en aquel entonces un casino. A pesar de este
cambio de uso del edificio de la antigua casa consistorial (hoy en día
biblioteca municipal), sigue siendo el epicentro de muchas de las fiestas y
celebraciones actuales.
La Parte Vieja es actualmente un espacio peatonal en el que
predominan las actividades vinculadas con el ocio (bares, restaurantes, cines,
casino, sociedades populares, marco de actos festivos, etc.), el pequeño
comercio y el turismo.