sábado, 16 de junio de 2012

22@/Nou Llevant

La transformación de las zonas industriales colindantes a las ciudades en zonas destinadas al sector terciario ha llevado consigo un proceso de reurbanización en el cual, aunque manteniendo una trama y unas pautas de  organización territorial similares a las de la propia ciudad, la nueva edificación contrasta tanto en uso como en escala con la edificación existente.

En Barcelona encontramos como ejemplo el 22@, en el cual la nueva construcción de un barrio terciario donde el porcentaje de edificios residenciales es claramente inferior al resto de la ciudad, se manifiesta a través de edificios de gran altura y acabados formales varios que chocan con la edificación preexistente, quedando esta reducida a diversos intersticios que hacen patente la monumentalidad de algunas de las nuevas construcciones.





En el caso de Palma esta reurbanización aun no esta tan consolidada como en Barcelona, pero si existen los primeros indicios de esta maniobra materializados en algunos edificios recientes como el Palau de Congressos de Francisco Mangado, que da extensión al polígono de levante hacia el mar y actua como punto de partida para lo que se conoce como el Nou Llevant.
La reurbanización del Nou Llevant, que integrará “usos residenciales” con espacio para oficinas, comercio, despachos u hoteles, surge con la intención de mejorar las barriadas de La Soledad y el polígono de Llevant, facilitando su conexión con el mar y el resto de la ciudad.



Plan reurbanización Nou Llevant, Palma de Mallorca.


Se defiende esta actuación como un factor clave para el proceso de apertura de Palma al mar, transformando el frente marítimo de la ciudad con actuaciones como la del Palau de Congressos, la creación del corredor del mar, que incluye el Baluart, el Parc del Mar y proponiendo diferentes actuaciones hasta llegar a la zona del Jonquet (comentada en la entrada de Gràcia).


Es discutible si lo que realmente necesita Palma en su frente marítimo son construcciones monumentales de este tipo, haciendo llegar estos programas terciarios al mar, monumentalizando la fachada marítima configurada desde sus inicios a partir de edificaciones residenciales de una dimensión mucho menor que hacen resaltar edificios puntuales e icónicos como la Seu o el Palau de la Almudaina. Una zona frente al mar que en su origen fue concebida como ciudad jardín, de ahí el nombre con el que comúnmente se denomina a esa franja marítima. Quizá por ello, esta actuación esta en boca de muchos palmesanos y ha sido protagonista de numerosas críticas.