Castelldefels es una ciudad que se abre hacia el mar, uno de sus mayores atractivos, pero que descansa bajo El Parque Natural del Garraf, que le hace de límite al norte. Este Parque se encuentra entre las comarcas del Baix Llobregat, el Alt Penedès y el Garraf. Tiene una extensión de 12.820 hectáreas y ofrece un paisaje mediterráneo meridional. Debido a las duras condiciones ambientales no es un lugar con una vegetación exuberante ni una fauna muy abundante, en cambio, este motivo hace que las especies que aquí se encuentran estén especialmente preparadas para estas peculiares condiciones y podemos ver incluso algunas especies protegidas, además de acoger a aves marinas. Por otro lado, algunos incendios han afectado en los últimos años el lugar, y por ello hay zonas que se están recuperando.
Este Parque es muy importante para toda la zona, ya que proporcina un gran espacio verde, cercano a los pueblos y ciudades que lo rodean. Es el lugar elegido por muchas personas para pasear y disfrutar de la naturaleza, tiene varias rutas e itinerarios que permiten disfrutar de todas sus posibilidades, pensados para mostrar la riqueza natural y cultural de la zona. El Parque tiene gran cantidad de simas, algunas de centenares de metros de profundidad, caminos cerca de la costa, masias, rutas aptas para bicicletas de montaña... Castelldefels en particular tiene una Ruta Verde, pensada principalmente para descubrir este Parque: la Masia de Cal Ganxo, visitas a los turons del Fanxó, d'en Vinader, el Camino Medieval y Serra de Can Perers...
Otro de los atractivos de este lugar es el Palau Novella, un antiguo palacio de indianos de 1890 convertido a Centro Budista en 1996. su propietario fue Pere Domenech, que hizo fortuna en Cuba, como muchos otros catalanes de la época, y que al volver se hizo contruir este palacio, que hoy en día está rodeado de leyendas románticas, y que en su momento era conocido por su buen aceite y vinos.
