LOS CERROS ORIENTALES
Los Cerros Orientales de Bogotá (que forman parte de
la Cordillera de los Andes) tienen un área aproximada de 13.673 hectáreas y
alcanzan una altura máxima de 3.600 metros.
Protegen la ciudad de los fuertes vientos de oriente y son generadores
de fuentes hídricas.
Los Muiscas (pueblo indígena) fueron los primeros
habitantes de lo de hoy es Bogotá. Los
cerros eran entonces lugares sagrados con mucha vegetación y corrientes de
agua. Con la llegada de los españoles, y
tras la civilización, se convirtieron en lugares deforestados, de dónde se
sacaba el material para la construcción.
Desde los años cuarenta, con la gran migración del
campo a la ciudad, y más adelante con el gran número de desplazados que
llegaron a Bogotá, empezaron a aparecer barrios desordenados y de crecimiento
descontrolado. La ciudad se ha expandido hacia la montaña con viviendas
precarias y recursos mínimos.
Tras mucho tiempo de descuido, se han perdido las
grandes masas de árboles, la biodiversidad, los caminos naturales y ríos. Sin
embargo, durante los últimos años se están intentando implantar programas para
la recuperación de los cerros, mediante su reforestación y el control de la
construcción.