miércoles, 27 de junio de 2012



LOS CERROS ORIENTALES

Los Cerros Orientales de Bogotá (que forman parte de la Cordillera de los Andes) tienen un área aproximada de 13.673 hectáreas y alcanzan una altura máxima de 3.600 metros.  Protegen la ciudad de los fuertes vientos de oriente y son generadores de fuentes hídricas.


Los Muiscas (pueblo indígena) fueron los primeros habitantes de lo de hoy es Bogotá.  Los cerros eran entonces lugares sagrados con mucha vegetación y corrientes de agua.  Con la llegada de los españoles, y tras la civilización, se convirtieron en lugares deforestados, de dónde se sacaba el material para la construcción.
Desde los años cuarenta, con la gran migración del campo a la ciudad, y más adelante con el gran número de desplazados que llegaron a Bogotá, empezaron a aparecer barrios desordenados y de crecimiento descontrolado. La ciudad se ha expandido hacia la montaña con viviendas precarias y recursos mínimos.


Tras mucho tiempo de descuido, se han perdido las grandes masas de árboles, la biodiversidad, los caminos naturales y ríos. Sin embargo, durante los últimos años se están intentando implantar programas para la recuperación de los cerros, mediante su reforestación y el control de la construcción.

Vemos entonces, que la relación ciudad- montaña que existe en Bogotá es muy diferente a la que encontramos en Barcelona con Collserola. En Barcelona nos encontramos con un crecimiento de la ciudad controlado, que limita con el Parque Natural de Collserola (que está protegido). La montaña hace de límite de la ciudad, con un fin ordenado y claro, mientras que en Bogotá nos encontramos con un crecimiento totalmente desordenado que se expande hacia la parte superior de la montaña, creando una ciudad sin límite.