lunes, 11 de junio de 2012

El ferrocarril: Barcelona-Granollers

La llegada del tren a Granollers, significó el inicio de una nueva etapa en su historia, del mismo modo que lo significó para Sants, haciendo un gran paso hacia la industrialización.

Se trataba de dos poblaciones que habían iniciado el proceso de industrialización tímidamente, y que la llegada del ferrocarril, y por consiguiente la mejora en la movilidad, configurarían el crecimiento económico y urbanístico de la ciudad. En el caso de Granollers, se consolidó su papel de centro de la comarca del Vallès Oriental, a la vez que se abría hacia el exterior, a través de Barcelona y su puerto, y hacia Francia, en su continuidad hacia el norte. Sants se consolidó como el barrio obrero de la ciudad de Barcelona.

El origen de la construcción de las vías férreas en las dos ciudades fue el mismo, la presión de los intereses de los propietarios de las industrias, que creían que el tren era la única manera rápida de hacer negocios con sus productos: conseguir las materias primas, y distribuir sus mercaderías, más rápidamente y a costes más bajos.  En el caso de Granollers, empresarios barceloneses, querían acercar el carbón de los yacimientos de Surroca i Ogassa hasta Barcelona, para proporcionar una hulla barata a la industria catalana y no hacerla depender del carbón británico o asturiano que llegaba mucho más caro por el puerto de Barcelona.

De este modo, en 1854 se inauguraba oficialmente la línea férrea Barcelona-Granollers, y pronto se planteo la prolongación de la línea hacia Francia, para convertirla en una de las líneas férreas básicas de la red ferroviaria catalana. Así continuó creciendo hacia Cardedeu y Sant Celoni, hasta que llegó en 1860 al actual Maçanet-Maçanes donde se encontró con la línea de Mataró. En 1877 llegó a Figueras y en 1878 a Portbou.

Pero no se abandonó la idea de unir las zonas carboníferas del Ripollès con las zonas industriales de Barcelona. Por ello apareció la segunda línea de tren de que dispone ahora Granollers, uniendo Barcelona, Granollers, Vic, Ripoll, Sant Joan de les Abadesses y Puigcerdà.



La condición ferroviaria de Granollers, quedaba configurada por estas dos líneas: la de Barcelona-Portbou, y la linia Barcelona-Sant Joan-Puigcerdà.

La construcción de las líneas férreas tuvieron también una gran repercusión urbanística. En Sants, las grandes vías de comunicación conforman aun el paisaje urbano de la ciudad, haciéndose más presente con la cobertura de las vías, o el ya conocido “cajón” de Sants. En Granollers, la carretera i el rio Congost ya condicionaban la expansión urbana de la ciudad en sentido longitudinal. Con la aparición de las líneas férreas se acaba ahogando el crecimiento urbano hacia el este.

Lejos se encuentra ya la industrialización de estas dos poblaciones, y el origen que llevó a la construcción de las vías férreas. Aun con todas las fábricas ya cerradas, incluso mucho de ellas destruidas, el tren sigue jugando un papel importante por lo que se refiere a la movilidad y al marco urbanístico.