jueves, 12 de abril de 2012

La Ciutat Vella y el Casco Antiguo de Palma

Adentrarse en la Ciutat Vella nos transporta, casi sin quererlo, al casco antiguo de cualquier ciudad moderna. El laberinto de callejuelas, con un orden alejado de la racionalidad cartesiana, los edificios, guardando muchos de éllos la pátina que la historia deposita lentamente, las sombras, que se abaten sobre nosotros pretendiendo ahogarnos en una agobiante penumbra, el eco, tan característico de estos lugares, que multiplica nuestras pisadas y agita los rincones más inquietos de nuestra imaginación, evocando leyendas de otros tiempos.
Todo ello me evoca las calles de otro barrio antiguo. El de Palma de Mallorca. El laberinto de callejuelas tras la catedral, en la zona primigenia de la ciudad, donde tuvo lugar el asentamiento romano, del que queda poco más que el recuerdo, es muy parecido al de Barcelona. Sin embargo hay grandes diferencias que, tarde o temprano, nos permitirán infaliblemente discernir nuestra ubicación.

Casco antiguo de Palma de Mallorca
Calles del casco antiguo de Palma de Mallorca
 
Si en Barcelona, el tiempo se ha apoderado de Ciutat Vella, abriendo espacios, avenidas y plazas por doquier, Palma ha permanecido más refractaria al progreso, manteniendo sin apenas cambios el espíritu intramuros.

Presenta Palma también una característica propia que la hace muy distinta de Barcelona. Hablamos ahora de los palacios y casas señoriales que han mantenido intacto el espíritu de otro tiempo que hoy pueden transmitir a todos sus visitantes. La mayoría, fueron construidas entre los siglos XV y XVI, una época en la que el intenso comercio con Italia impregnó con su influencia la arquitectura. La característica que distingue e identifica dichas casas son sus patios empedrados, ornados con abundantes plantas y provistos de una cisterna, para recoger el agua de la lluvia. Can Bordils, Can Oleo, Can Marquès, Can Ordines d´Almadrà, Can Olesa, Ca la Gran Cristiana, Cal Comte d´Espanya, Ca la Torre, Can Catlar, Can Vivot, Palau Verí, Palau Solleric, Can Sales o Can Belloto, son algunos ejemplos de la riqueza que atesora el barrio antíguo de Palma y que invitan a descubrir los secretos que sus calles esconden.

Patio del Palau Solleric