martes, 10 de abril de 2012

Santa Catalina


El barrio de Santa Catalina en Palma de Mallorca es posiblemente el barrio que tiene un carácter más parecido al barrio barcelonés de Gràcia. Siendo su origen es muy diferente, los barrios resultantes comparten unas semejanzas que quedan reflejadas tanto en la edificación como en el ambiente que se respira en el barrio.

Santa Catalina, barrio de origen pesquero debido a su cercanía al mar, se configura a partir de una edificación baja, las viviendas constan de 1 y hasta 3 plantas, con una fachada principal donde predominan las persianas mallorquinas tras los balcones, y un pequeño jardín en la parte de atrás. Las calles son tranquilas, y algunas confluyen en pequeñas plazas con naranjos coincidiendo normalmente con algún edificio público como la iglesia, el colegio, etc…
El origen del barrio lo encontramos en el asentamiento del “Jonquet”, denominación que hace referencia a la vegetación predominante en la zona donde se construyo, los juncos. Es posiblemente la parte más característica del barrio junto al mercado ya que en ella encontramos una serie de molinos, hasta ahora bastante perjudicados por el abandono, que han recobrado su imagen y su presencia gracias a las intervenciones de rehabilitación que están dándose lugar en el barrio. Y es que tras una época de degradación, Santa Catalina esta resurgiendo como el barrio tranquilo y agradable que fue a finales del S XIX y principios del XX.




Son muchos los comerciantes que están apostando por el barrio como nuevo foco de actividad social en Palma, sobretodo representado por el sector gastronómico. Las calles se han llenado de bares, restaurantes y pequeños comercios que comparten un cierto parentesco con algunas calles  de Gràcia y son testigo de un ambiente muy similar. Ambos barrios son escenario de una gran actividad que se prolonga durante todo el día, las calles conservan ese carácter tranquilo de sus orígenes debido a su dimensión evitando ser invadidas por grandes cantidades de vehículos y dando prioridad al peatón, factor que soporta el hecho de que puedan cuajar todo este conjunto de comercios.



Podemos asegurar que Santa Catalina es posiblemente uno de los únicos barrios que, gracias a su configuración urbanística (que comparte cierto parentesco con Gracia), tiene las características idóneas para sobreponerse a tiempos adversos y reubicarse como lugar importante dentro del panorama social de la ciudad de Palma.